El poder de no salir corriendo

Qué dice la evidencia y los beneficios de dejar que la labor de parto encuentre su ritmo en casa.

Leiko Hidaka

10/22/20253 min read

La primera etapa de la labor de parto (cuando las contracciones comienzan y el cuello uterino empieza a dilatarse) suele estar llena de dudas y ansiedad. Muchas mujeres sienten la presión de salir corriendo a la clínica al primer dolor, por miedo a que algo pase o a “no llegar a tiempo”.

Pero cada vez más investigaciones muestran que, si tu embarazo es de bajo riesgo y cuentas con acompañamiento adecuado, quedarte en casa durante la fase inicial de la labor de parto puede traer grandes beneficios.

Un ambiente familiar favorece la fisiología del parto

El cuerpo libera oxitocina (la hormona que provoca las contracciones y hace avanzar la labor de parto) cuando se siente tranquilo, protegido y en confianza. Estar en casa reduce la exposición a luces fuertes, ruidos, desconocidos o intervenciones tempranas, factores que pueden frenar el progreso natural del proceso.

Un estudio publicado en BMJ Evidence-Based Medicine encontró que las mujeres que dieron a luz en entornos con características similares a las del hogar tuvieron menor uso de analgesia, menos partos instrumentados, mayor tasa de iniciación y continuación de la lactancia materna y mayor satisfacción general (Hodnett et al., 2002, BMJ Evidence-Based Medicine).

Evidencia reciente: menos intervenciones y más bienestar

El ensayo clínico aleatorizado L-TEL Trial (2023) mostró que las mujeres con embarazos de bajo riesgo que permanecieron en casa durante la fase temprana de la labor tuvieron menor tasa de intervenciones obstétricas que aquellas que ingresaron al hospital desde el inicio (Edwards et al., Women and Birth, 2023).

Los autores concluyen que permitir que la primera etapa se desarrolle en un entorno doméstico puede favorecer un proceso más fisiológico, siempre que existan criterios claros de seguridad y acompañamiento.

La autonomía emocional también importa

Un estudio cualitativo titulado “Should I come in now?” exploró la experiencia de mujeres durante la labor temprana y reveló que muchas sentían ansiedad y confusión sobre cuándo acudir al hospital, pero también expresaban un fuerte deseo de permanecer en casa hasta sentir que el cuerpo realmente lo pedía (Cheyne et al., 2007, Midwifery Journal).

Esa fase inicial, vivida con calma, les permitió conectar con su cuerpo, moverse libremente, hidratarse, descansar entre contracciones y entrar al hospital ya en una etapa más activa, lo que, en la práctica, se tradujo en menos tiempo de ingreso y menos intervenciones.

Cuándo es apropiado quedarse en casa

Por supuesto, esta recomendación aplica solo a embarazos de bajo riesgo.

Antes de decidir hacerlo, asegúrate de:

  • Tener transporte disponible y planificado para cuando sea momento de salir.

  • Haber hablado y coordinado con tu obstetra sobre los signos que indican que debes irte.

  • Contar con apoyo emocional (pareja, doula o familiar de confianza).

  • No presentar señales de alerta como sangrado abundante, fiebre, ruptura de membranas sin contracciones, disminución de movimientos fetales o dolor intenso y sostenido.

Beneficios prácticos de hacer parte de la labor de parto en casa

  • Mayor libertad para moverte, usar la ducha, comer o beber según tu necesidad.

  • Menor exposición a intervenciones tempranas (monitorización continua, restricción de movimiento).

  • Entrada a la clínica en una etapa más avanzada de la labor, reduciendo el tiempo total de hospitalización.

  • Más sensación de control, confianza y autonomía sobre el proceso.

  • Mejor conexión emocional con la pareja o persona acompañante.

Además, una revisión sistemática de Gillen et al. (2023, Midwifery Journal) mostró que las mujeres que permanecen más tiempo en casa reportan mayor satisfacción y sensación de empoderamiento, incluso si terminan pariendo en hospital.

En resumen...

Quedarte en casa durante las primeras horas de la labor de parto no significa “arriesgarte”, sino darle al cuerpo la oportunidad de hacer lo que ya sabe hacer, en un entorno donde se siente seguro.

No se trata de rechazar la atención médica, sino de entrar al hospital desde la calma, no desde la prisa. Porque cuando llegas conectada, relajada y consciente, todo fluye diferente: el cuerpo, la mente y el nacimiento.

Referencias bibliográficas

Hodnett, E. D., et al. (2002). Home-like birth environments and their effects on labor outcomes. BMJ Evidence-Based Medicine.

Edwards, R., et al. (2023). Let’s talk early labour (L-TEL Trial): Randomized controlled study of staying home vs. hospital admission. Women and Birth, Elsevier.

Cheyne, H., et al. (2007). “Should I come in now?” Women’s early labour experiences. Midwifery Journal.

Olsen, O., et al. (2023). Planned hospital birth compared with planned home birth. Cochrane Database of Systematic Reviews.

Gillen, P., et al. (2023). Systematic review of women’s experiences of planning home births. Midwifery Journal.

Bohren, M. A., et al. (2017). Continuous support for women during childbirth. Cochrane Review.